Amor Inmortal.
No te prometo un amor eterno, te
prometo un amor inmortal. Porque para ser amor eterno tendríamos que vivir para
siempre, nunca morir, ser inmortales como personajes de ciencia ficción. Así
que, no te podría prometer más allá del tiempo, sino más allá de esta vida que
hoy estoy viviendo, porque estoy completamente segura que en las demás vidas
que nos volvamos a encontrar, volvería a enamorarme de tus ojos café, de tus
brazos que acobijan mi alma, de tus manos que son mi mejor guía para comenzar cada
mañana.
Sencillamente ya no tengo que buscar
mi lugar en el mundo desde que lo conseguí al lado de tu hombro y soñando sobre
tu pecho. De repente todo el caos entro en una calma que mi alma no estaba
acostumbrada, pero que le dio la bienvenida gratamente con los brazos abiertos.
De repente los matices grises de mi día a día se volvieron acuarela con el
cielo que yace en tu mirada cada vez que me pierdo en ella. El frío hiriente de
la soledad se esfumó poco a poco con cada latido arrítmico que vive en mi pecho
desde tu llegar, haciendo temblar hasta mi voz y centrando mis pies aún más en
la tierra pero al mismo tiempo haciendo volar a esta alma que hace tiempo
perdió sus alas y sus ganas de volver amar.
Estaba acostumbrada a leer historias
de amor, no a vivirlas... Y ahora, mis días son tan distintos desde que la
fortaleza y la esperanza tomaron forma y color. Y descarto llamarte mi vida porque
tú vales mucho más que este desastre pero sí, quiero entregarte todas mis vidas
futuras para volver a hacer de tu mundo un lugar mejor. Porque cuando me dices
que me amas, sé que te amo más. “Porque no me quedo contigo por inercia, como
si no hubiera nada más a mi disposición, me quedo contigo porque así lo decido
todos los días al despertar...”. Porque podría caminar contigo en la calle
durante la madrugada, y me sentiría la persona más segura del mundo. Porque
enciendes luces en mi alma y a tu lado suelo brillar más que cualquier
estrella. Porque aunque sin pedirte que te quedes, permaneces a mi lado. Porque
aunque algunas veces sueles estar lejos de mis ojos, no lo estás lejos de mis
pensamientos.
Me encanta que me agarres de la mano
tan fuerte como si me gritaras sin palabras que nunca me vaya. Me gusta cómo la
luz del sol atraviesa los árboles y compaginan con tu rostro en estas tardes soleadas. Y no te confundas, no quiero que me hagas feliz, quiero ser feliz
contigo. Así que, ven... No te prometo un amor eterno, te prometo un amor
inmortal y sin fronteras, apasionado y sin ataduras, un amor libre entrelazada a tus dedos, a tus manos, a tus brazos, a tu alma. Entrelazada a ti.
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