Rebobinando.

  Miro al pasado no por extrañarlo, sino para nunca olvidar de dónde vengo ni a dónde voy. La sátira compuesta de toda mi vivencia del ayer, recordada algunas veces como licor añejado como un dulce amargo por poseer más momentos tristes que buenos ratos. Porque lo único que nos une al pasado son las experiencias y el aprendizaje de la propia vida, de sus altibajos.

  Pero aquí estoy... Sonriendo por las cosas que he perdido, sabiendo lo mucho que he ganado. Caminando nuevamente por la vida atada a la paz que me brinda su cálida mano, que aún conociendo todo lo peor de mí, decide quedarse a mi lado.

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