Diario De Una Loca Sin Motivos (Cont.)

Y aquí estoy, nuevamente, con el corazón en la mano, susurrándole al pasado, ansiosa por verle. Y, no entiendo, por qué aún le sigo buscando en otras caras y en otros cuerpos. ¿Por qué me es tan difícil olvidarle?

He llorado en tantas lunas nuevas, he gritado en silencios de noches de estrellas y hasta he dicho odiarle en incontables atardeceres, algo vil, lo sé, soy una mentirosa al decir que le odio, al decir que ya le he olvidado, aun sabiendo que mi corazón y mis brazos se mueren por abrazarle, son tan cortantes aquellos recuerdos en donde una tarde de café eran más cálidas cuando estaba junto a él...

Pero, mírame bien, mírame a los ojos cuando vuelvas y me digas que ya me has olvidado, que ya no te causo ni un pequeño tornado en tu garganta; pero, por favor, si ese día llegase, abrázame, abrázame muy fuerte sin decirme nada, abrázame como si fuera la única cosa que dependieras para que sobrevivieras, aunque en ese momento fuese yo la que estuviera muriendo, muerta, muerta estaré viviendo, día tras días, noche tras noche, amándole siempre...